CINTA DE CELOFÁN

Con un celofán,
amarrame a tu vida
por si me escapo.

Aunque puedas atarme
las manos  
y
la cintura ligada
a la silla.

La boca,
taparme la boca.

Los tobillos
estrangulados.
Los hombros
en su mortaja.
Los ojos
podrías vendarlos 
y
poner cera
en mis oídos.

Con todo,
aún me escapo
allí
donde soy yo.
Allí
el celofán no alcanza.
Por allí,
siempre podré escapar.
Por allí,
            por mi allí.

                                              19/2/15 

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