“Nada soy yo,
cuerpo que flota, luz, oleaje;
todo es del viento
y el viento es aire…”
                                           Octavio Paz (Libertad bajo palabra)


LA INOCENCIA
    
Perdí la inocencia en mi sombra
     —la busco al filo de las nubes —,
                   cuando subo, mi sombra baja.

Perdí la música de la tarde.

Del cristal del verano, 
la arena en otra orilla.
El sendero engulló el instante
sin darle cuentas al viento en las ramas
que revoltosas por mi venas,
subieron como notas de violín.

Salieron al trayecto ángeles y demonios
                                y —como en toda pugna—,
                                                    tropezones y pérdidas.

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