HAY UN DOLOR ESCONDIDO

Entre las cejas de los días 
se ha escondido un dolor,
repta por los bajos de un alga gris
y martiriza las horas de ayer.
El agua sueña una ola afilada y mortal.
El árbol brama en su silencio.
La petunia se arruga.
Llora la acacia en sus madroños.
Llora la aurora dentro de la nieve.
Se van perdiendo las estrellas
y es enigmático el futuro. Vives
el presente como un perro al acecho,
como una rama desprendida. Amor,
renuncia amarga de las flores.
Vacío de color en tu paleta.
Como un desprendido Goya en su plancha
te acercas a la noche desnuda, agridulce,
con el tedio sentado en sus rodillas.
¿Y qué quiere la noche de tu espiga doblada?
¿Qué diablos quiere la noche de ti
si aún amas al sol más que al mar y su arrullo?


2 comentarios:

  1. Buen poema, Julia, me gusta, unas imágenes muy buenas y me llega la emoción que transmite.
    La pregunta final es contundente, asertiva, va muy bien.
    Un abrazo!

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  2. El alma se desnuda de vez en cuando y termina con una "pataleta"...
    Ya sabes que escribo casi en directo. No tengo tiempo de dejar en reposo los poemas... Ya no tengo tiempo...
    Gracias, Gregorio. Un abrazo

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