LA OTRA ORILLA
Como
juega el pez con el río
el verso
navega
por mi sangre. Se sienta en mi sillón
como
argonauta con su botín de oro.
Es un
tren desbocado
ahí la
historia.
La
hierba en la instantánea
araña
el recuerdo y el cauce de una ría
rastrea
las palabras por la espuma.
La
arena se ha pintado de amarillo los
dedos
el mar virado al sepia y los juncos
son de granizo.
“La marea está baja
es hora de nacer…”
Libertad dibujé en la tierra.
Después volvió a subir el agua.
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