TRAICIÓN

Hoy    pregunté a mi brazo zurdo cuidando mis palabras qué le
afligía. Me ha mirado como quien mira un día hueco y con desprecio
de amante expulsado ha escondido su mano en el bolsillo derecho.
Luego    mirando a mi diestra pregunté a su cofrade con voz de poeta
de abril cómo le iba la vida. Chasqueó los dedos y encogiéndose de
hombros se exilió en el bolsillo izquierdo.
Miré mis pies y cruzaron las botas como jirones de caballo roto.
Sentí un descarne    un sol huido bajo los pilotes de un árbol.
Mis brazos    mis pies    mis parientes me traicionaban…
Mis oídos chillando.
Mis pupilas nubosas.

Todos callados    todos cómplices    y mi cerebro piensa aún cómo
salir del desorden…

No hay comentarios:

Publicar un comentario