Y es tu memoria fuente disponible de pasos.
Limpia la cuna de
tu mente tierna
vagada por la
aurora de un antes y un después.
Lleva prisa tu sangre
por la mañana de
los lirios.
Dime si el monte
viejo te lleva en su retina
como mi tarde se
abre a las mareas.
Dime si tu espejo
cobija al sol,
si has visto la
sombra en mis párpados.
Dime si en tu
arcilla me ves,
si recoges las
mañanas del verso,
o tú, verso mismo
cuando habla el agua
o respira el aire,
te ciñes el fajín
de los
ocasos
y te cubres de
auroras como diosa en los días.
Cuéntame, cuéntame, cómo es el mundo
después de ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario