Agosto, agosto…

No tiene prisa. Lleva empapado el cabello
de resina y nostalgia.
Agosto, agosto… pasas tu mano por mi vientre
como un galope de olas.
Pesado desierto por cabalgar
donde el día y la noche son una espera, pasos,
huecos de cementerios,
bocanadas de aire caliente
por los costados de los parques.

Rugen los huesos entre almohadas de hastío.

Agosto, agosto… eres un mal sueño,
el suelo del infierno con su mejor postura,
con sus cerezas rotas
y maltrechos abrazos.
      Si fuera llanto,
yo barriera tu sequedad
inundando los ojos del gorrión
de estrellados neones.
Ay, si yo fuera llanto… lágrimas como perlas,
guijarros de cristal robados a los ríos
yo sembrara en tus palmerales,
castillos de agua para tu sequía
y pozos húmedos
para tus dromedarios.
                                    Alma mía.

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