POBRE CABEZA
“Desconéctame de
tus venas.
Rompe los hilos
un minuto.
Suelta esta jauría
que rompe mi universo.
Duele más dar órdenes
que llorar
junto al río del opresor.
Apaga el fuego
la nieve en los manteles
y el
aguafuerte por mi lengua blanca.
Arrástrame por
el fangoso
éter
olvido
palacio de la lluvia.
Destrenza los anillos.
Hazme un
conjuro de diamantes
donde mis
labios
se fundan con las
gotas
y mis tacones
bailen por los acantilados
como en un
panecillo de olivar...”
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