EL REPARTO DEL SOL

Sonreía la
Hija de la mañana.
Y el cielo se abrió
como una rosa azul.

Empujada por el viento
Aurora llega liviana.
Majestuosa, impone sus reglas,
reparte a los cuatro vientos,
con labios voluptuosos,
su beso, la diosa temprana.
Derrama su rocío,
esparce bendiciones
y traza del sol el recorrido
como le viene en gana.
Sobran luces por las salinas,
chorrea el oro en los palacios,
hay brillo en los salones
y en los suburbios falta.
Se equivocan los vientos.
Se desbordan los ríos.
Se repueblan los bosques
mientras hay pieles sin agua.

Aurora abre puertas,
lanzando con un suspiro
su aliento color fuego.
Mientras, cierra ventanas.
                                       

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