OH, POESÍA
¿Por qué
escribo poesía si no entiendo
al poema?
Se me escurre
como boquerón
blanco entre los dedos.
Visito su
cuerpo
y escapa
como jabón
verde en la escuálida figura
del caballero
Quijano.
Destapo su
perfume
y se pierde
por cualquier habitación
de una casa
vacía
de
sentido.
Ensayo en el
perfil de sus manos
libres de
palabras.
¿Por qué
persigue mi sombra
sin conocer mi
rostro,
sin saber si
hay luna en mis noches,
si las fuentes
cantan en los
jardines de mi casa
o si hay
peces de colores
allí donde no llega
la luz?
Me persigue
como un mudo de lengua blanca.
Me asedia como
un enfermo de amor.
¿Por qué el
poema coge mi mano en la noche
y la vuelve
día?
Miro sus ojos
turbios de andar perdidos
en la
extensión del boceto naciente y,
de repente,
cuando lo voy
amando,
dice adiós y
dibuja un punto,
un punto negro.
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