NO ESCUCHES EL NUBLADO

Que no te engañe
esa nube lejana,
cuenta sus horas bailando
con su pavoneo
                       en el aire.

Que el día nublado no enturbie
los momentos que se cuelan,
los esquejes de sol pintando
las tejas de rojo,  
              las ventanas de brillo.
Que no te roben lo que es tuyo.
El despertar con vida en los ojos,
el amanecer azul-rosado
que a la puerta de tu casa llama.
                   
Que pueda más
la risa que la nostalgia,
la alegría, más que el llanto.

Que los hijos de la noche
se queden dormidos en su jergón,
se achiquen como gusanos
despejando el camino
                          al ocaso tímido.


8/12/15                                    

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