PERPLEJIDAD ANTE EL PAPEL BLANCO

Ojeé dentro
y
 estaba vacía
—era una gran sábana blanca
desierta de palabras—.

Busqué bajo la almohada.

No hubo nada escondido.
Ningún regalo que hablara de ti
me esperaba.

No supe qué hacer
con mis dedos
con la sal de mis ojos.

No supe qué escribir
                    sobre ti.
                                               

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