2019

Parece que fue ayer
y el nuevo engendro nos sorprende
con huesos rotos, lánguidas verdades,
parcelas sin madroños.

Se ha secado mi ropa al fuego.
Tu saco caqui lo has cambiado por manzanas.
Ya me quité el zapato de tacón.
Tus hijos, traspasaron el umbral.                        
Nos sorprendió la tormenta sin esquísh
y el camino de alisos se ha esfumado
mientras mi espada es óxido.

Recogemos los guantes.
Curamos las heridas.
Y
 entramos en la nada                                  

                                         como si nada.

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