CRISTAL

Es salvaje la rota ampolla de cristal, 
impotencia aferrada al cinturón de un hombre.
Cristal, como el cristal se cuelan los azules
de la muerte que acecha entre naranjos. Frío,
tiene frío en los párpados y calor en las uñas.
Atenea, no vendrá, en su auxilio no llega
y el hombre, se hunde sin la diosa.
Dónde la paz.
Dónde la alegría del fuego.
Hay un rosario de muertos. Hay guerra.
Siempre la guerra, y los hijos
los engulle la guerra.
Son rotos cristales del vientre.
No hay descanso en el mundo. Oh, dioses, alzaos,
llegue vuestra ira hasta el misil,
destrozad a la luna, es una inútil lagartija
mirando el destrozo en las calles.
Artemisa, parte en dos tu arco sobre el lomo del sol;
sigue alumbrando a los malvados
y se ríe en las calvas de los niños.
Que atraviese tu flecha el odio,
la lengua del poder, afilada cuchilla de plata y miedo.

Triste destino el del hombre.

                                            Guerrero.  
                                     

3 comentarios:

  1. Triste el poeta que cree que su Rosa puede sobrevivir la espina.

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  3. Sí, hay veces que el hombre sueña pero el cambio es utopía. Lastima...
    Gracias por tu entrada. Un abrazo

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