BAJO ESPINO 
 BLANCO










Al amanecer, antes de que un rayo de sol
haya calentado la tierra,
llega algo más renaciendo al día;
el imperante impulso por vivir
escala por las ramas de los sauces,
y a los pies del viejo espíritu, brota
un nuevo aliento como un río que no muere.

Vida, rumor de aire congestionado,
atrapado en pulmón de robles. Aire,
rumor de vida generosa, impuesta
como estrella fijada al mundo.
Siempre en fuga y regreso.
Siempre en hueco su alma.
Siempre de ágiles pies,
                        como muchacha bajo espino.
                                                                                                  

Sonidos de la Naturaleza_Flauta Japonesa

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