YA TE LO DIJE
Recuerda que te dije: “Si quieres ir conmigo
tendrás que padecer mi pensamiento”.
Eras como el agua, y afirmaste.
Éramos
un río y un monte,
un cardo y una rosa,
un misántropo y un despliegue.
No hubo tregua.
Nunca se rindió tu apostura
y yo, mantuve
mi espada en alto y mi retina sin cerrojo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario