CANCIONERO DE NIÑAS
Donde
dejé las llaves del cantar,
(Romancero
de cantos infantiles),
quedaron
también mis catorce abriles
sepultando castillos bajo el mar.
Agua,
más agua. Por mucho que llueva,
no
apagará mis recuerdos ardientes,
ni
arrasará, cuando pase, simientes,
aunque
quiera La Virgen de la Cueva.
Se
olvidará, el “Corre que te pillo…”
Se olvidará, el gusto a piñonate…,
no
a merienda de pan y chocolate.
Aplastará, el café al molinillo…
Mientras,
el barquero sigue esperando
suba
a su barca y yo, sigo nadando...
Hugo Blanco
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