“Hoy quise saber dónde empieza el campo,
                                                                rastrear sus andamios…"

EL CAMPO

Hubo un campo revoltoso y dulzón
con un vendaval de color
traspasando el corazón de las piedras.
Dieron ganas de chillar,
gritar, pedirle al aire la ilusión,
a gritos, la ilusión.

Las margaritas guiñan su inocencia
en tanto, las mimosas, se deshacen 
en besos amarrados.
Dieron ganas de besar,
besar curando heridas,
besar cantando a las palmeras.

El campo está tan lleno…

No estuvo la amapola con su color de sangre.
El verde se derrite en halagos. Los jaramagos se pavonean como los
señores del coto.
Los ramajes se adueñan del suelo con impertinencia sensorial, y las
rocas, han escondido su dureza.

Y todo pasa delante de unos ojos a través del cristal de un Fiat Punto.
  
                                                                               18/3/17

Concierto para dos trompetas_Vivaldi

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