Las Hortensias de Reyes
EL ALMA DE UNA CASA
Yo soy el poeta de las noches pálidas.
Reclamo mi pan junto a las hortensias.
Soy el desnudo del jazmín desnudo,
cielo agridulce de la mar,
campanario de bronce junto a la chimenea
de una casa poseída por su dueño.
Soy el fantasma de sus baratijas,
de sus platos pendientes de un hilacho,
de mi camastro medio solo.
Soy la luz que rehace mi silueta
en el farol de una pared.
Guardo mi camisón, por si volvemos
—las almas
vigilantes—
a sembrar los limones amarillos junto al Aloe.
Amada, no cierres la puerta,
deja un rastro de tu perfume
en las gotas del riego
y beberé tu angustia.
23/6/17
23/6/17
Hermoso poema, Julia, con bellas imágenes y buen ritmo, buen dominio del lenguaje.
ResponderEliminarEl final me parece muy bueno. Un abrazo
Hola Grego, este poema lo he vivido los días que he pasado en Matalascañas. La verdad es que se me sirvió en bandeja. Gracias por tu ánimo. Un abrazo
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