EL JUEGO DE LA VERDAD
Ser la muerte más
dulce.
Acero y máquinas.
Podría quedarme
aplastada
bajo un zapato beige.
Dar gracias a la parca y su bondad.
Mas renuncio a tal privilegio.
Adoro cómo verdean
las hojas del naranjo.
El algodón
bajo mis
cardenales de viajera incesante.
El sabor
agridulce del mentir.
Adoro este momento
de libertad aparente.
Amo hasta el último minuto
mío.
Sí
me
gusta mirar mi ombligo.
Que levanten las manos los humildes.
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