LA MEMORIA
La
memoria es un libro hermético y abierto.
Un
torbellino donde confluyen las mareas
de nuestra infancia.
Un
asidero que se escapa al aire
y
alguna vez encuentra el picaporte.
Entonces, sondea el abismo...
Atraviesa pasillos y abre puertas…
Puede ver; cómo se peina su madre y habla en al espejo
—sin carmín en los
labios—
con
un gesto que no es el suyo
—bien
conoce su gesto—.
Si
abre otra puerta puede barrerla un vendaval
que la sepulta.
Tiene el esqueleto, a trozos
las manos atadas, pasivas
y la mente se va a buscar
auxilio a las cuatro esquinitas.
Por
la puerta que da al patio;
hay plumas blancas con ojos de ángel
y una maleta recogiendo el agua
y el aire es una brisa que cambia de estación
y arrebaña sus lápices y el cerro en su mochila
para salir a esperar el día.
—Alguna
puerta
no se deja abrir, y otras
no las fuerza porque su corazón se envara—.
De “Poemas a Julia”
Muy bueno, Julia, a ver cuando lo vemos publicado, me gustaría. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarHola, Grego. Sí, ya debería estar fuera pero mi apatía se interpone. Gracias por entrar me animas. Un abrazo.
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