DESGARRO Oración de una refugiada sin refugio…
A SOLAS CON EL VIENTO
Acuérdate de mí.
Acuérdate de mí.
Acuérdate de mí
oh, viento, que recorres el perfil de mi esqueleto
de cristal y arena.
Recuerda, viento, el esparto y las reliquias de mi
origen,
los racimos de hijos olvidados.
Devuélveme, viento, el agua en mis ojos y el azul
en mis senos,
el pergamino donde estampé mi nombre
cuando me
alumbró mi estrella de muerte.
Dame
las
manos de una madre.
Permíteme acariciar las cortinas de mi alcoba de
manzana horneada,
recostar mi vientre asolado sobre colchón de heno
en el mar.
Permite que respire el temblor del jardín de mi
tierra.
Déjame entrar por el silbo del pálpito.
Sé que en algún lugar
me espera el alba.
“Ah, la vida
siempre con
sus costuras de cruel cirujano”.
J.L
15/2/17
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