CREPÚSCULO
Porque no sabes cómo decirlo
miras los árboles,
en su nobleza, inmensos.
Porque no sabes qué hacer
miras las nubes,
en su levedad, tiernas.
Porque no sabes cómo llevar tu colorido,
te arrastra el crepúsculo azul
hasta donde se pinta de marfil
y clamas al dios arrinconado
a
quien no crees.
Y ebria de verde, tu paleta,
te arrincona en su tasca de tomillo y manzana.
Pan amargo amasado en horno de romero.
Me gusta mucho, Julia, ese "no saber" que lleva tu mirada hacia las cosas, a la contemplación de la naturaleza.
ResponderEliminarMe he permitido publicarlo en mi blog: https://grego.es/?p=8844
Un abrazo
Gracias Gregorio. Es todo un lujo entrar en tu blog. Mil gracias. Un abrazo
ResponderEliminarMe gusta cómo se ha armado el poema. Ese pan amargo, pero amasado con mimo pone un perfecto final
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Albada Dos. La verdad es que no sé quien eres... Un saludo y muy agradecida por tu entrada.
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